Reguladores discontinuos
Los reguladores se dividen en diferentes tipos. Se dividen en reguladores continuos y reguladores discontinuos. Los reguladores discontinuos disponen de un propiedad sencilla de conmutación. Cuando se alcanza un valor límite un relé se activa o desactiva. Debido a que la forma de trabajar es de forma interrumpida, estos tipos de reguladores se denominan reguladores discontinuos. Los reguladores discontinuos pueden ser interruptores finales o sencillamente un bimetal. Los reguladores de este tipo son los reguladores más sencillos. Destacan por su robustez y su excelente relación calidad precio. Especialmente el precio económico hace que el regulador discontinuo lo adquieran empresas con un presupuesto ajustado. Los reguladores discontinuos se diferencian entre
reguladores de dos puntos
y reguladores de tres puntos.
Los reguladores de dos puntos destacan por su conmutador encendido-apagado. Pueden ser reguladores de pH en el sector de aguas residuales que requieren comprobar de forma continua el tanque de agua. Si el regulador detecta que las aguas residuales son demasiado ácidas, es decir, el valor pH está por debajo de 4, en tal caso el regulador conectaría una bomba para añadir una solución alcalina para neutralizar el agua. El regulador comprueba a continuación que las aguas residuales están nuevamente en los valores normales y desactiva la bomba.
Los reguladores de tres puntos disponen de un sistema de encendido, apagado, encendido. Sobre todo en el sector de la climatización esto es muy ventajoso.
Reguladores de temperatura
miden la temperatura ambiental. En caso que la temperatura caiga por debajo de un valor límite, por ejemplo 19 ºC, se enciende la calefacción en las oficinas, para asegurar que las condiciones de trabajo sean agradables. Y cuando en el verano sube la temperatura por encima de 24 °C, el regulador puede mediante un segundo relé, encender la climatización y bajar las persianas, logrando así que la temperatura esté en el rango previamente ajustado.
Reguladores continuos
En contraste con los reguladores discontinuos antes mencionados están los reguladores continuos. Los reguladores continuos no suelen disponer de salida relé, que puede ser activado o desactivado. Los reguladores continuos disponen una salida analógica que puede recibir muchos valores casi de forma continua. La salida analógica de los reguladores controla el accionador. El accionador es elemento del campo de regulación, que influye en la magnitud regulada (p.e. la temperatura en una calefacción). A través de la salida estos reguladores controlan con qué consistencia influirán en la magnitud regulada. Si el regulador da como salida el valor máximo, la calefacción rendirá al máximo. Por lo contrario, si se da como salida el valor mínimo, la calefacción ni siquiera se encenderá. La posibilidad de "dosificar" la capacidad de calentamiento, permite a los reguladores continuos un ajuste rápido y preciso de la magnitud regulada con relación al valor de consigna. Sin embargo, es importante que los reguladores calculen con precisión la "dosis". Como salida para tales mediciones los reguladores miden la variación disponible de la magnitud regulada del valor de referencia. La reacción a esta variación puede ser, por ejemplo, proporcional. Pero como esto técnicamente no es para nada óptimo se suele calcular adicionalmente una parte integral o diferencial. Los parámetros necesarios se deben detectar para el campo de regulación correspondiente y guardarlos en la memoria interna del regulador. Los
reguladores PID
modernos ofrecen además otras funciones, que detectan de forma autónoma los parámetros óptimos.
Reguladores continuos con salida conmutada
Para trabajar con reguladores continuos con una salida analógica, son necesarios accionadores con las entradas correspondientes. Algunos reguladores realizan una regulación continua mediante un contacto de mando, al variar el tiempo de activación de un contacto en ciclo fijo. Por tanto, el contacto de mando de estos reguladores está cerrado permanentemente con la máxima influencia de la magnitud regulada. Siguiendo con el ejemplo de la regulación de temperatura, en este caso la calefacción estaría calentando al máximo. Sin embargo, si desea que esta caliente sólo a la mitad, el contacto de mando del regulador se encenderá sólo el 50 % del tiempo. Este tipo de reguladores se pueden usar sólo con alteraciones lentas de las magnitudes reguladas, pues los relés disponen de una frecuencia de conmutación limitada.
Reguladores con temporizador y función rampa
Algunos modelos de los reguladores ofrecen un temporizador y la función rampa. Estas funciones permiten a los reguladores a alcanzar diferentes valores de consigna en una secuencia predeterminada. También es posible fijar la velocidad con la cual los reguladores deben cambiar la magnitud regulada. Esto permite que los reguladores automaticen procesos, sin que sea necesario manipular los reguladores.
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